Descripción
Mani tenía 12 años cuando fue vendida como esclava en Nigeria. En 2003 el estado endureció las penas por esclavitud por lo que su amo la liberó, pero exigiendo que se quedase con él como su esposa. Mani, junto a algunas ONGs para la lucha contra la esclavitud, llevó su caso a los tribunales, mientras ella se casaba con un joven. Los tribunales de Nigeria, siguiendo las leyes tradicionales, dieron la razón al esclavista, condenándola a ella por bígama. Al salir de prisión, en 2008 denunció a su antiguo amo y al Estado, y ganó.
Esta resolución es de vital importancia ya que en países como Mali, Muritania y Nigeria se sigue practicando la esclavitud pese a estar prohibida por ley.
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